domingo, 23 de agosto de 2009

Cómo acabar con el sindrome post-vacacional

Está claro que muchos de nosotros una vez acabadas las vacaciones sufrimos este extraño síndrome (la palabra viste mucho, eh?), pero yo tengo la solución.
El primer día de trabajo sólo llegar a la empresa te enganchas todos los dedos de la mano detrás de una puerta y el movimiento es fácil (pedir ayuda en caso de necesidad); abrir-cerrar, abrir-cerrar...Te olvidarás por completo de que has estado de vacaciones y de bien seguro disfrutarás de una baja de un par de semanas.
Esa sería la primera opción. Otra manera de combatir este apollardamineto psico-fisico-químico-neurologico es buscar distracciones dentro del hábitat de trabajo, cómo bien puede ser tirarle los trastos a la mujer de tu jefe hasta el punto de montártelo con ella encima de un jarrón chino mientras él, tu jefe, te prepara una tortilla de atún y queso ("personalmente, como objetivo me atrae"). Además este objetivo puede durar perfectamente hasta bien entrada la Navidad, por tanto el sindrome éste de mierda ya no existirá. Recordad que los miércoles hay Champions League...
La manera más fácil de combatir el síndrome es la misma que ya me decía mi abuelo, no hagas vacaciones nunca y verás cómo tu cuerpo se convierte en un reloj suizo.
Paraula de Sas

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